Entro en el buscador y pongo "travestis". Pincho en "Noticias".
Aparece casi el mismo titular en dos diarios digitales:
"Una fiesta con travestis acabó en un escándalo"
"Escándalo con travestis en una fiesta en un albergue"
En el texto se aclara que hubo un gran alboroto, en un hotel, y que los ocupantes de la habitación huyeron por la ventana llevándose mantas o frazadas, sábanas, almohadas, sillas, televisores...
En la fiesta participaron cinco personas, de las cuales dos eran travestis. La pregunta lógica es: ¿Qué eran las otras tres?
Pero los titulares señalan sólo a las travestis.
Otra pregunta. Se trata de un incidente menor. No hay más que una escandalera y un hurto demoledor, sin duda, pero de los que ocurre cientos y no merecen una larga noticia en dos diarios digitales. ¿Por qué este incidente se recogió?
¿No será porque participaron, como minoría entre los responsables, dos travestis?
Los diarios digitales que han puesto esos titulares son Infobae.com, que tiene 249.463 lectores, y Sin Mordaza, de Santa Fe, Argentina.
Acompaño un modelo de carta a los directores (http://infobae.com , sección "Contáctenos"; http://sinmordaza.com, sección "Comentarios":
Señor director,
con su titular del 2 de enero de 2007 sobre un incidente en el que participaron dos travestis, en el que se pone un énfasis injustificado sobre su participación -fueron una minoría entre los responsables- su diario digital está contribuyendo objetivamente a una situación de odio irracional, en algún sector de la sociedad argentina, contra personas muy indefensas, que en un mes ha producido tres asesinatos y una agresión con resultado de coma.
Desgraciadamente, no contribuye esta actitud al deber de su diario, como el de todos, hacia los derechos humanos, sino que más bien le hace copartícipe y corresponsable moralmente de esta situación dolorosa, por no contribuir a la reflexión de sus lectores sobre el respeto debido a cualquier persona y a las más indefensas, como las travestis, en particular.
Afortunadamente, en la sociedad contemporánea estas personas, antes machacadas impunemente, no están solas, sino que somos numerosos quienes podemos acompañarlas en la pretensión de conseguir una actitud social en la que domine el respeto y la consideración, como sucede ya en muchos países. Los ojos están abiertos y la exigencia de responsabilidad, también.
Espero que esta reflexión contribuya a un cambio de la posición de su diario.
Atentamente,
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