jueves, 20 de mayo de 2010

En la muerte de Ingrid Lizeth Coronel, en Bogotá.




Su novio desde hace seis años fue acusado de matar a Ingrid Lizeth Coronel, travesti y trabajadora sexual, el 11 de mayo, en Bogotá. La muerte fue de una puñalada, después de haber bebido con otro joven, y en la calle.

¿Historias de jóvenes? Parece verdaderamente un crimen pasional y no de odio, como dice el periódico digital donde leo esta noticia, en una sociedad en la que éstos son corrientes sobre las personas GLBT, aunque en Bogotá, según añade, nuestra comunidad haya ganado en hacerse respetar.

Sin embargo, hay dimensiones de la realidad que hay que analizar todavía. ¿Por qué una joven travesti es trabajadora sexual? ¿Por una elección personal o porque no le ha quedado más remedio? ¿Por qué se intuye que este trabajo sexual se realiza en condiciones de marginalidad, fuera de toda regulación que desmarginalice la vida de las trabajadoras?

En resumen, otra transexual latina ha muerto en su juventud debido a las condiciones en que tenía que sobrevivir, que son las del odio social que la envió a un trabajo sexual también marginado. Ingrid es la víctima de un crimen pasional, pero en condiciones de odio social, más allá de lo personal.

Una única información me parece muy alentadora en la noticia: la de que el respeto a nuestra comunidad haya crecido algo en Bogotá, y que eso sea no por concesión de otros, sino porque ellas mismas se hayan hecho respetar.

Ingrid Lizeth, compañera, en tu juventud injustamente rota, descansa ahora en paz, y que tu memoria nos dé fuerzas para seguir luchando por el respeto a nuestros derechos.

jueves, 13 de mayo de 2010

Monchi y Michelle, muertas, en República Dominicana y en Venezuela


Datos hallados en almomento.net, República Dominicana, y en Noticia al Día, Zulía, Venezuela

Monchi de León, de 22 años, fue contratada por otro joven, al parecer Juan Bautista Herrera Vásquez, de 24, para que le acompañase. Al llegar al hotel, y según dijo luego él a la Policía, y ver que era una travesti, riñeron, y la estranguló. Huyó con el celular de la víctima, y luego lo vendió. Un joven sigue vivo y una joven ha muerto.

Hacia las tres de la mañana, una travesti de la que se sabe que la llamaban "la Michelle", se acercó a una camioneta que se detuvo junto a ella, y al llegar, su ocupante la mató de un tiro en la cara.

Entre los comentarios de la noticia, varios burlones ¡ante la muerte!, otros que han tenido que ser ocultados por votos desfavorables de otros lectores, hay uno firmado por "La Pocha", que dice: "respeta, es la muerte de un ser humano, conocí bien a la Michelle y era toda una hembra, envidia causaba entre las mujeres..."

Creo que se puede decir: Gracias, Pocha.

Monchi y Michelle, compañeras, descansad en paz.

martes, 4 de mayo de 2010

Muere Ingrid Huayaba, de 23 años, en Lima



Ingrid Huayaba Gonzáles, de veintitrés años, ha muerto lanzada a la calle desde su apartamento al parecer por Juan Carlos Ugarte Alcántara, que convivía con ella, en el barrio del Cercado de Lima.

Esta historia es tan triste que llega a ser angustiosa. Una trans jovencísima, que empezaba su vida, pero sin más salida que la marginalidad, y a quien da muerte precisamente la persona en quien había confiado para convivir.

Esta tristeza hace más triste aún el léxico que ha usado el periódico peruano "Ajá" al dar la noticia, usando ante la muerte los términos frívolos que no deberían usarse ni en una conversación ante unas copas: la víctima es clasificada entre los "raritos" (¿hay una sonrisa sarcástica al elegir este nombre?) y el presunto amante y asesino entre los "matacabros" (¿se produce entre los lectores una carcajada?) Y pone comillas, sin justificar por qué, al hablar de sus amigas y colegas.

Para compensar esa manera de dar la noticia, queremos enviar lo primero nuestra condolencia a la señora madre de la víctima, si nos puede leer; enseguida a toda su familia, a sus amigas y compañeras de trabajo, y también desear y pedir que Ingrid descanse en paz.