El 5 de marzo de 2007, Moria Donaire González, de 30 años, trabajadora sexual, travesti, ha sido asesinada en Viña del Mar, Chile.
Una compañera, una trans, una joven. Hace unos días, hubo otros crímenes en Venezuela y México.
Sin embargo, esta página se centra exclusivamente en la Argentina. ¿Por qué?
Porque por lo menos según la información disponible en la red, desde fines de noviembre ha ocurrido algo que antes no había ocurrido, que en la sola Argentina parece que en estos meses ha habido más crímenes de odio que en todos los países americanos juntos, del Norte y del Sur.
La sociedad argentina debe tomar conciencia de ello, algo indispensable para reaccionar. Y cuando se despierte, tienen que hacerlo a la vez las organizaciones GLBT, las de derechos humanos, las feministas, las instituciones gubernamentales...
¿Por qué tanto odio? ¿No hay manera de sanarlo? ¿Es una suma de acontecimientos separados, casualmente unidos, coincidencia terrible que no se volverá a dar?
Por si no fuera así, por si fuera el efecto de una homo/transfobia, hoy agudizada, pero en el fondo latente, culturalmente extendida y asentada desde nuestros tiempos, estoy hablando, no sé a quién, ni sabiendo tampoco muy bien lo que tengo que decir.
Por otra parte, cada vez que pongo una noticia, temo estar señalando a los odiadores un objetivo en la Argentina. Pero es preciso no callarse, es mejor hablar, que caer en el silencio de la rutina y la indiferencia, en el anonimato de las veredas y las esquinas, en el rodar de los años de inacción, en morir sin que nadie se de por enterado, sin que nadie levante la voz, ni diga que esto tiene que terminar, fuera de los propios colectivos de travestis, como ha sido hasta ahora.
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