martes, 10 de julio de 2007

Adolescente de 14 años acusado de matar a la travesti de 18



De Los Andes On Line, http://losandes.com.ar

Remitido por Rocío Suárez



Cómo cayó el adolescente de 14 acusado de asesinar a un travesti


Rolando López - rlopez@losandes.com.ar
--------------------------------------------------------------------------------
En el crimen del joven travesti de apellido Orellano (18) se mezclaron varios elementos que tienen que ver con el grado de violencia y demencia de los tiempos que corren. Los protagonistas son, por un lado, dos chicos muy jóvenes con una doble vida (los dos travestis se vestían de mujeres a espaldas de sus padres), dos menores de edad que iban en un Peugeot 206 (que no sería robado) que los levantaron a la salida de una disco y que después de ir a buscar drogas quisieron tener sexo con sus ocasionales acompañantes. Como corolario de este cóctel uno de los travestis terminó ejecutado de tres balazos y el otro se salvó de milagro porque fingió estar muerto en el piso: a él le habían dado dos tiros que no fueron letales. El que apretó el gatillo tiene catorce años, va a la escuela y fue apresado el jueves pasado en una casa de Alto Dorrego.

El caso del crimen del joven oriundo de San Martín contaba con pocas esperanzas de ser resuelto. Todo estaba dado de manera tal para que quedara impune. "Todo lo que sabíamos era de parte del joven travesti sobreviviente; pero él no conocía a los asesinos", tal como explicó a este diario una fuente de la investigación.

Lo cierto es que el joven Quinteros (el otro travesti que acompañaba a Orellano en la madrugada del lunes de la semana pasada) les dio a los policías su versión.

El relato de Quinteros indicaba que la noche del domingo 1 de julio él y su amigo fueron a bailar a una disco que queda en San Martín casi Morón. Ambos entraron al local vestidos como mujeres porque se habían vestido de tales en el baño de una estación de servicios. En la disco estuvieron hasta las cinco de la mañana hora en que decidieron regresar. Debían ir al departamento de San Martín porque dormirían en la casa de Orellano.

De acuerdo con los testimonios tomados por el fiscal Luis Correa Llano, en el cruce de San Martín y Morón, los dos travestis vieron a un Peugeot 206 color bordó que se les acercó. Desde la ventanilla, uno de sus dos ocupantes les ofreció acercarlos. Los travestis dijeron que iban hasta el departamento de San Martín; los del 206 dijeron que allí los llevarían. Los chicos vestidos de mujer, subieron.

"Entonces fue que empezaron los problemas. En su declaración, Quinteros dijo que quien manejaba era muy jovencito y que era bastante torpe a la hora de conducir", siguió la misma fuente consultada.

Lo que iba a ser un periplo hacia la zona Este pronto sufrió variantes. Los ocupantes del 206 dijeron que irían por cocaína a una vivienda cercana al barrio Lihué en Guaymallén. Eran, como se ha dicho, las cinco y media de la mañana.

Furia incomprensible

Cuando el auto iba por calle Pedro Molina y Venezuela se detuvo. Uno de los ocupantes -ambos iban adelante- les propuso a los acompañantes que tuvieran sexo. En este sentido, los investigadores aclararon que los dos travestis "no eran de los que se prostituyen; eso, sumado a participar de una posible compra de drogas, hizo que les pidieran bajar a los del auto".

En el interior del 206 se produjo una discusión fuerte que terminó con los dos travestis furiosos abandonando el vehículo. Comenzaron a caminar pero no harían muchos metros.

El menor de 14 años sacó una pistola calibre 40 (ver aparte) y fue tras los dos. A Orellano le dio tres tiros (uno de ellos en la cabeza) y murió en el acto. A Quinteros le cargó dos que, creyó, habían sido letales. Pero el joven herido en medio de la violencia de la situación tuvo la sangre lo bastante fría para hacerse el muerto y hacerle creer al homicida que su tarea se había cumplido de manera completa. El adolescente de 14 años volvió al auto y se fue con su amigo.

La investigación

El auto en cuestión (Peugeot 206 color bordó que aún no aparece), los proyectiles de una pistola calibre 40 (arma que era seguida por la policía y que tampoco aparece) y el testimonio de algunos informantes hicieron que los detectives de Homicidios ataran cabos para ir tras los pasos del asesino. Eso ocurrió el jueves pasado.

El detenido (que es familiar directo de un hombre que ha estado en prisión, que tiene antecedentes y que ahora está libre) fue apresado en una casa de clase medio Alto Dorrego. También hubo otras tres detenciones en distintos barrios de Guaymallén y Godoy Cruz donde quedaron aprehendidos un joven de 16 años y dos de 18. Por orden del fiscal Corra Llano todos fueron fotografiados y el sobre con esos rostros fue a parar al Central donde está internado el sobreviviente.

Cuando le mostraron las cuatro fotos no dudó. Señaló al chico de 14 años y descartó a los tres restantes. "Este es el que nos tiró", dijo. Desde entonces, el adolescente ha dejado de ir a la escuela y está detenido en la Comisaría del Menor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ahora a ver que sucede con este sujeto menor (lamentablemente, ya que no irá a cumplir condena por tener 14 años) y su abominable crimen. Es un monstruo de 14 años arruinado por un asesinato y se ve la droga también. Espero los padres de la víctima fatal puedan superar este horroroso momento. Coincido con Pérez y Fátima (y como tantas trans o travestis) que debe acabarse de una vez este abuso de ciertos elementos "perdidos" de la sociedad argentina como de la policía con respecto al trato hacia la comunidad trans en general, trabajen en la calle o no. BASTA!