sábado, 12 de mayo de 2007

Siguen textos de "El Matadero", de Fátima Castiglione




Una cita de Andrés Osojnik que me resulta muy aclaratoria: “A los genocidios producidos en el siglo XIX y XX se les suman hoy los genocidios por exclusión: la figura del desaparecido del siglo XX se perpetúa hoy en la de Julio López, pero también en la del excluido social y político a través de la pobreza.” Y es que estamos en el siglo XXI, amigos. El mundo está repartido. Estar fuera de la sociedad humana… Es como la muerte misma… Y una muerte lenta, sufrida. El “progreso” nos ha llevado desde el Titanic, que no tenía botes salvavidas para los pobres, hasta la “aldea global” que además de no tener salvavidas, ya no tiene ni siquiera la eutanasia de congelarse rápido en agua fría. Esta “aldea global”, digo yo, parece ser una aldea de alguna época oscura de la edad media o la antigüedad o yo qué sé qué horror. Construyeron esta sociedad impiadosa basada en “El Príncipe” de Maquiavelo, a quien citan con tanto orgullo, y nunca nos dimos cuenta de que ese libro maldito debería llamarse “El Príncipe de las Tinieblas”. Por algo recomienda ser temido en lugar de amado. Porque habla de construir una sociedad basada en relaciones de odio. Será que la idea misma de realeza y de nobleza, de las diferencias de nacimiento, implica el abuso económico y sexual, el odio como base de las relaciones humanas?

El MATADERO es una entidad compleja. Realizar un estudio de campo preliminar me tomó un año completo. No quería hablar estupideces desde la comodidad de la clase media. Bajo el nombre de “Marilú” y haciéndome bien pero bien la estúpida (no me cuesta mucho) recorrí, durante muchas noches de invierno, el circuito brutal de la maldita muerte joven. Me expuse mucho. Valió la pena.

Con el transcurrir de las semanas, pude darme cuenta de que todo este asunto tenebroso del MATADERO es algo totalmente desconocido para la sociedad argentina. La extrañeza en los ojos de la gente es total cuando les hablamos de estas cosas. Y ojo que no estoy diciendo que la gente se haga la estúpida cuando le pregunto, eh. Hablo de buena gente.

Perdón por mis imprecisiones numéricas a lo largo de este libro, pero carecemos casi de estadísticas serias sobre el MATADERO. La que ha sido quizás la primera la realizó el Ministerio de Salud de la Nación a fines de 2006 con la colaboración de ATTTA y todavía no llegaron los resultados.

Es cierto que debemos ampliar nuestras explicaciones y expresar en forma más clara nuestras ideas para que la gente pueda enterarse de qué estamos hablando. Este es el primer paso para destruir el MATADERO. Este “white paper”, que se convirtió en un libro, tiene esa finalidad: dar el primer paso. Nos serán de gran utilidad las consultas, críticas y sugerencias. Queremos que este trabajo se difunda lo más posible y llegue al público más amplio que podamos imaginar.

El MATADERO es, paradójicamente, una conquista de la comunidad trans. Sí, así. Porque antes nos mataban. Entonces nuestra conquista primera fue la cárcel, venciendo a la muerte. Y luego, salir de la cárcel al MATADERO fue nuestra siguiente conquista. Ahora estamos saliendo del MATADERO a la sociedad.

Nuestro principal objetivo politico para el 2006 fue que ese año fuera el principio del fin del MATADERO. Y lo hemos conseguido. Le pusimos nombre, empezamos a difundirlo, empezamos a organizarnos. Hay un principio.

Nuestro principal objetivo politico para el 2007 es cortarle la alambrada. Esto es, crear una via de escape, para que las trans podamos ser parte de la sociedad. Para esto, el primer paso es que se deje de considerar “normal” el grado de violencia que existe en el MATADERO. Y buscarles a las personas trans otras opciones laborales lo cual no es nada facil. Únicamente podemos seguir triunfando, igual que el año pasado, gracias a todas y todos Ustedes. Habrá un final. Y pronto. Mucho antes de lo que muchos piensan.

Es imprescindible aclarar que no se ataca aquí a ninguna persona ni organización en particular, excepto al MATADERO en si mismo. Sí ataco al conjunto de ideas y prácticas que perpetúan el MATADERO. Y a veces, personas y organizaciones bien intencionadas, sin darse cuenta, colaboran en forma directa con el MATADERO o bien resultan funcionales al mismo.

Por supuesto que me han cuestionado por hablar, en primer término, de las las bajezas cometidas por otras personas trans. Debería sentir lealtad hacia ellas? NO, NO Y NO. Ninguna lealtad siento hacia las esclavistas, aunque alguna vez ellas mismas fueron víctimas del MATADERO. Mi lealtad está reservada a la ética, a la Constitución Nacional, a mis amigas, y a las trans menores de edad aterradas por estas bestias.

Unas preguntas que me hacen siempre…

Por qué hablo de esclavitud? Trata de personas es, en mi modesto entender, un eufemismo, una expresión confusa, porque las esclavas, hasta ser liberadas, no son personas, son una porquería que cualquiera usa a su antojo.

Por qué hago esto? Porque no soy de la clase de personas que dejan ocurrir las infamias ante sus ojos sin hacer nada. Porque tengo una historia de vida, tengo una educación, hablo idiomas, se escribir, se usar computadoras, se hablar en público y cantar, me siento en la obligación ética de defender a las trans honestas y sobre todo a las trans menores de edad. Además son casi mis únicas amigas, si me las mata el MATADERO, me alcanzará la soledad. Horror.

Fátima Castiglione Maldonado
castiglionemaldonado@gmail.com

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